Samsung Galaxy S10
Pantalla AMOLED de 6,1 pulgadas con lector de huellas integrado

El exterior del dispositivo destaca, claramente, por su pantalla. Nos encontramos con un panel Wide QuadHD+ Dynamic AMOLED de 6,1 pulgadas de diagonal y relación de aspecto 19:9, así como bordes curvados, una tecnología que ya vimos implementada por primera vez en el Samsung Galaxy S6 y que conocemos como Edge. En cuanto a los marcos superior e inferior, el primero de ellos es muy reducido, siendo el segundo algo más pronunciado.
La esquina superior derecha es el hogar del agujero en la pantalla, una implementación que ya hemos visto en otros dispositivos de la firma y que sirve para conseguir una mayor ratio de pantalla sin necesidad de notch. En él encontramos la cámara delantera, de la que hablaremos en los siguientes apartados.

Antes de pasar a la parte trasera, es importante detenerse un momento para hablar del lector de huellas. Seguramente te hayas fijado que no está debajo de la cámara, y es porque Samsung lo ha llevado bajo el panel. Se trata de un lector de huellas ultrasónico que usa ultrasonidos para mapear los surcos de la huella y crear un modelo en tres dimensiones, lo que hace que sea más seguro y fiable. La biometría también se verá complementada por un sistema de reconocimiento facial, eso sí, en dos dimensiones.
En cuanto a la parte trasera, tal y como Samsung ha estado haciendo a lo largo de los últimos años, tenemos acabado en cristal, que llega en color verde, blanco, negro y azul. El color amarillo se reserva sola y exclusivamente para el Samsung Galaxy S10e. En la espalda del dispositivo solamente encontramos el módulo con la triple cámara, el flash LED y el sensor de ritmo cardíaco, así como el nombre de la empresa, pero nada más.
Procesador de 8 nanómetros y 8 GB de memoria RAM

Si abrimos el dispositivo y echamos un vistazo a sus entrañas, nos encontramos con todo lo que cabría esperar del nuevo gama alta coreano. El Samsung Galaxy S10 llega con 8 GB de memoria RAM y el procesador Exynos 9820, presentado el pasado mes de noviembre. Este cuenta con ocho núcleos en disposición 2+2+4 y una NPU (Unidad de Procesamiento Neuronal) que se encargará de las tareas de inteligencia artificial.
Repasando los núcleos, tenemos cuatro Cortex A55 para tareas menos pesados, dos núcleos Cortex A74 para tareas pesadas y dos CPU de fabricación propia que se encargarán de las tareas de procesamiento más intensas. Con ellos se consigue una mejora del 20% en tareas single core, un 40% más de eficiencia energética y un 15% más de rendimiento en procesos multinúcleo con respecto al Exynos 9810. La GPU es una Mali-G76 MP12 con 12 canales de renderizado, es decir, el doble que el Exynos 9810. Eso se traduce en una mejora de hasta el 40% en potencia gráfica con respecto al anterior modelo.
Volviendo un momento a la NPU, si bien su principal labor se llevará a cabo en la cámara, la inteligencia artificial se aplicará también en la forma en la que usamos el dispositivo. Algunos de los ejemplos citados por la marca son el lanzamiento rápido de aplicaciones, que usa la IA para aprender de nuestro uso y precargar las aplicaciones que más usamos antes de las abramos, reduciendo así el tiempo de carga. También tenemos rutinas en Bixby, que permiten automatizar acciones de forma contextual y Adaptative Power, cuyo fin es ahorrar batería.
Tres cámaras detrás y una para los selfies

Seguimos con la cámara, uno de los apartados que más han cambiado con respecto a la generación anterior. El año pasado, el Samsung Galaxy S9 tenía una sola lente detrás, dejándose la doble lente para el modelo Plus. Ahora, tanto el Galaxy S10 como el Galaxy S10+ incorporan tres lentes con la misma configuración, estando la principal diferencia en la cámara delantera. La disposición en el modelo estándar es la siguiente:
- Sensor de 16 megapíxeles gran angular (123º) con apertura f/2.2.
- Sensor Dual Pixel de 12 megapíxeles con angular normal (77º) y apertura variable f/1.5-f/2.4 y estabilización óptica de imagen.
- Sensor de 12 megapíxeles teleobjetivo con apertura f/2.4, estabilización óptica de imagen y 45º de angular.
La acción de dichos sensores vendrá potenciada por la NPU, que se encarga de la detección automática de hasta 30 escenas y aplica correcciones, tal y como hemos visto ya en infinidad de dispositivos. Algunas de las mejoras introducidas por Samsung son el Super Steady Video, cuyo fin es conseguir vídeos sin trepidaciones, y las sugerencias de disparo, que ayudan al usuario a encuadrar bien mediante un indicador que avisa si la escena está torcida.
La cámara para selfies, por su parte, está escondida en el agujero de la pantalla y consta de un sensor Dual Pixel de 10 megapíxeles con apertura f/1.9. Además de echar fotos, se encargará del desbloqueo facial escaneando la cara del usuario. Decíamos antes que es en dos dimensiones, lo que significa que no tiene un sensor dedicado como sí tienen los iPhone u otros dispositivos.
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